Vanídir en los medios
Descubre las herramientas del método
La metodología está diseñada específicamente para niños y niñas de 7 años.
Tienes a tu alcance 3 herramientas para hacer que el aprendizaje sea divertido y efectivo.
¡Descubre cuál se adapta mejor a tus necesidades para mejorar el aprendizaje de tu hijo/a hoy mismo!
Aplicación
Disponible para dispositivos Android.
Curso online
Todo el material en formato digital.
Libro
Para los que prefieren trabajar en papel.
Asociación número- imagen
La asociación mental del número con una imagen se aloja en la memoria a largo plazo aprovechando el interés del cerebro por situaciones inverosímiles.
Aprendizaje feliz
Las historias absurdas e inverosímiles generan un ambiente distendido, relajado y gracioso que favorece el aprendizaje. ¡Dopamina y epinefrina al poder!
Aprendizaje más rápido sin repeticiones.
El impacto y eficacia de las historias es inmediato.
Aquí no repetimos como loros.
Pasamos directamente al juego para practicar.
Velocidad en la respuesta
Porque la asociación mental evita tener que recorrer toda la tabla de multiplicar para traer el resultado.
La localización visual del resultado es una aliada para las futuras divisiones.
Testimonios
¡Únete a la comunidad Vanídir y descubre un mundo de posibilidades para tus hijos/as o alumnado!
Al registrarte tendrás acceso exclusivo a una demostración gratuita del método Vanídir para aprender las tablas de multiplicar.
También podrás acceder al taller demostrativo diseñado para explicarte ampliamente cómo es posible hacer el aprendizaje más divertido y efectivo.
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Autora
Creé el método para mi hijo de ocho años cuando le tocó memorizar las tablas de multiplicar para la escuela.
El método tradicional de repetir las multiplicaciones una y otra vez no tenía ningún sentido y no servía para que las memorizara.
Usando este método, mi hijo pasó de la frustración a decirme que le daba pena que se acabaran las tablas que debía estudiar. Ya se las había aprendido todas. Disfrutó muchísimo con las historias absurdas que nos inventamos juntos.
Al ver lo divertido y efectivo que fue el método, me planteé publicarlo para compartirlo con otras familias y docentes. Conocidas y amigas pedagogas me ayudaron a corregir algunos aspectos en la creación para que tuviera calidad pedagógica.
Como mi hijo se llama Idir y yo me llamo Vanesa, lo llamé Vanídir.